Una noche de amor, como las de antes, con Alejandro Sanz

Ante un Coliseo de Atarfe a rebosar de público, el cantante repasó los grandes éxitos de su carrera y de su último disco

Hace años que vive en Miami, aunque Alejandro Sanz insiste en que tiene su corazón partío y repartío entre España y América. Aquí le conocemos desde que era adolescente, lucía flequillo, vestía chalecos de colores y se hacía llamar Alejandro Magno. Allí llegó más tarde, convertido en una estrella que se codeaba de tú a tú con artistas como Shakira y que mantenía intactas sus ganas de hacer canciones que resistieran al paso del tiempo. Paraíso Tour, la gira que lo está llevando por toda España y que anoche hizo su parada en un Coliseo Ciudad de Atarfe, en el que no cabía ni un alma, celebra las dos décadas de amor incondicional de Alejandro Sanz con la música. Así que en mejor forma que nunca, con una escenografía que se aprovecha de las últimas tecnologías y con un repertorio con el que se 'reconcilia' con su público más antiguo, el músico madrileño le quiso echar alma y corazón a partes iguales a las más de dos horas de concierto que hicieron de Atarfe un auténtico paraíso.

Los primeros acordes de Mi Peter Punk abrieron la magia. "Siento dentro un grito que no puedo interpretar/ si tapo mis oídos se me va la libertad/ y si lo ignoro se hace un ogro y si me escapo se hace rap", canta a los cuatro vientos. Y no hace falta nada más para que el público sea una sola voz. "Quiero vivir toda la magia con vosotros", dijo emocionado a su gente.

Paraíso Express, el nuevo disco que da nombre a la gira, ha sido uno de los grandes aciertos de Alejandro Sanz. Hacía tiempo que el músico, que ha coqueteado con estilos muy diferentes en los últimos años, no conseguía unanimidad en sus críticas, pero canciones como Desde cuando, Mala, Nuestro amor será leyenda o Hice llorar hasta los ángeles -que se pudieron escuchar anoche en directo- dieron muestra de lo mucho que le gusta a su público el regreso al pop melódico con toques aflamencados de sus inicios y con el que enamoró a toda la escena musical.

Este undécimo álbum -octavo de estudio- de su carrera, Alejandro Sanz ha sido grabado en estudios de prácticamente todos los estados de Norteamérica y, para él, ha contado con la producción de Tommy Torres y colaboraciones de primera fila como las de Dan Warner (a la guitarra) o de Alicia Keys en Looking for Paradise, uno de los temas más aplaudidos en el concierto.

La puesta en escena, ya que no podía irle a la zaga al álbum, es la más espectacular de todas las que Sanz ha llevado consigo en su carrera. El diseño de la escenografía, que firma Luis Pastor, se basa en tres gigantes pantallas led con apariencia de mallas que consiguieron crear, a partir de pequeños puntos de luz, variadas sensaciones tridimensionales alrededor del cantante. Así, durante el concierto se pasearon caprichosas por el escenario gotas de lluvia, estrellas fugaces y hasta fuegos artificiales que crearon un ambiente único.

Pero ni el Alejandro Sanz más del siglo XXI quiso renunciar a sus orígenes, y muchas de las canciones que han hecho de él en este tiempo uno de los artistas más importantes de la música actual tomaron el protagonismo durante su actuación. El inocente enamorado de Todo lo que fui es todo lo que soy y el desengañado de Viviendo deprisa; el hombre ansioso de respuestas de Si hay Dios y el que teme equivocarse de ¿Y si fuera ella?; el músico en soledad de Cuando nadie me ve y el que confía en los suyos de Amiga mía y, cómo no, el desagarrado Corazón partío. Todas y cada una de las caras que han construido al artista que es hoy tuvieron su lugar de excepción en el concierto.

En las casi dos horas de música, Alejandro Sanz se pasó con soltura de la guitarra eléctrica al piano. Dice que compone ya con los dos instrumentos por igual, y lo cierto es que a los dos le echa tanta intensidad como ganas.

Le esperan ansiosas ciudades como Ciudad Real, Valencia, Alicante, Murcia, Palma de Mallorca, Barcelona o Zaragoza antes de saltar el charco y recalar con su Paraíso Tour en varios países americanos. Donde va, agota las entradas y más difícil aún, sigue enamorando a su gente como el primer día.

Fuente: http://www.granadahoy.com/article/ocio/712433/una/noche/amor/como/las/antes/con/alejandro/sanz.html